martes, 13 de abril de 2010

Usos apropiados de la tecnología educativa: cada cosa en su lugar

Educar es depositar en cada persona toda la obra humana que le ha antecedido: es hacer a cada humano resumen del mundo viviente, hasta el día en que vive; es ponerlo a nivel de su tiempo, para que flote sobre él, y no dejarlo debajo de su tiempo, con lo que no podrá salir a flote; es preparar al al ser humano para la vida. José Martí
Del pizarrón al Datashow

La tecnología educativa podría definirse como un complejo de medios y recursos de los que se sirven las instituciones y personas involucradas en el hecho educativo. Son herramientas para entregar instrucción y facilitar formación. Han evolucionado con el paso del tiempo y se han ido sofisticando de tal modo, que a menudo, tanto docentes como estudiantes (pero sobre todo los docentes) llegan a sentirse abrumados y hasta a abrigar rechazo y resistencia, más que nada por la posibilidad de no alcanzar las destrezas necesarias con la rapidez que se necesita.

Ni tecnofóbicos ni tecnofílicos

El rechazo a ultranza no es una opción si lo que se quiere es avanzar, ayudar a los estudiantes que lo más probable es que ya se entienden de manera natural con tecnologías del tipo informático (TICS). Pero decir que sin estos medios no hay educación posible es una exageración y la negación, tanto de la institución educativa, como de quienes se forman para ser tutores, guías, mediadores. Sería negar la necesidad de que detrás de cada una de estas herramientas, medios, recursos, haya un ser humano ayudando a otro ser humano a crecer y ser mejor persona con capacidades y destrezas. Negar la docencia, la pedagogía, la didáctica y todo lo que se deriva de este proceso vital. El autodidactismo es real, pero es una quimera pensar en una sociedad donde todo el mundo aprende solo. Somos sociedades gregarias y necesitamos aprender de cada una de las experiencias en las que nos involucramos.

Instruir, verficar, debatir

Los medios tecnológicos educativos, son es, medios. No son el contenido mismo. Por supuesto, la forma como se presenta, influye en los sentidos, en los procesos mentales y cognitivos. Están ahí para ayudar al docente y al alumno. Para establecer colaboración, complicidad. Para que el docente ponga preguntas y alumnos estén en capacidad, además de dar las respuestas, generar nuevas preguntas. Un libro electrónico, no sustituye el talento de quien escribió las palabras que van en él. Un programa para crear maquetas, no sustituye la creatividad del que la proyecta. Un foro de debate, es solo un espacio que no sustituye el calor de las ideas, los argumentos, Les medios tecnológicos son UN COMPLEMENTO, bienvenido.

Las preguntas aproximadas

¿Qué tipo de ciudadano queremos? ¿Qué tipo de sociedad? ¿Ciudadanos individualistas, hedónicos, egoístas, poco importa, ignorantes orgullosos de su ignorancia? ¿Sociedades de consumo, despilfarro, indiferentes, contaminadoras, agresivas, de repetidos ademanes? O
Ciudadanos inteligentes, solidarios, positivos, emprendedores, tolerantes con las diferencias, respetuosos ¿?

martes, 6 de abril de 2010

La universidad de la vida

Recuerdo cuando entré a la universidad. La sensación fue la misma que la de mi primer día de clase. Expectativa sublime. Y esa manera inocente de creernos adultos, ya adultos. Responsables y encaminados. La Universidad de Panamá para entonces ni soñaba con computadoras personales, Ipods o blacberrys. Todo era a mano, a pulmón y el ambiente que había era de agitación, de participación, de efervescencia. Vivíamos en la biblioteca, el salón, la cafetería, el auditorio. Todas estábamos en algún grupo político, opinando cara a cara con los profesores a quienes no recuerdo como entes autoritarios y distantes. Más bien cómplices de la tarea de formarnos juntos en un país que cambiaba con mucha rapidez y exigía de nosotros mucho coraje. Esa generación dio buenos frutos humanos. Me gustaría saber qué clase de estudiante sería yo hoy.Cómo serían esos profesores y profesoras sin tanta herramienta como hoy. ¿Ytu?