viernes, 2 de agosto de 2013

jueves, 20 de junio de 2013

Leonardo

Leonardo se sentó bajo el sicomoro con el cuaderno abierto y el lápiz entre sus dedos inquietos, esperando que la naturaleza le contara su próximo secreto. Comenzó a llover. Corriendo para proteger su recuento de curiosidades, mecanismos e inventos, fue a refugiarse junto al caballo apodado Fulatino, en el establo de la casa en la que se hospedaba por esos días, camino de Milán. Poco a poco se fue quedando dormido con el zumbido de una mosca de mediodía. Cuando despertó, su cuaderno tenía dibujado en trazos finos, una orquídea, y encerrada entre signos de interrogación, la inquietante palabra: sexo

martes, 23 de abril de 2013

Chico Changmarín, Blas Bloise, María Carter, Palomino, no, ya me cansé de contar muertos queridos. Toca hacerlos inmortales, con el recuerdo, con los actos, con la lealtad a los valores por los que vivieron.