Gracias Manolo, mejor no lo puedo decir.
DE DIOSES Y ADIOSES
Puede que no tengamos que sentir tristeza.
Que no se apague del todo la vida con la muerte.
Que nos sigamos viendo cada tarde
y en un corto paseo, hablemos de los hijos
de las mañanas casi tan parecidas
de este dormir tan breve y tan contínuo
y de todos los árboles. Aquellos
que plantamos para que nos recordaran
con su alma vegetal, cuando ya no estuviéramos.
Puede que nos encuentren
uno al lado del otro
los amigos que un día se perdieron
y nos digan sonriendo:
- Nosotros ya volvemos -
Pues quizás sea un volver.
Una especie de vida al revés
y otra vez al principio.
Encontrándonos siempre
sobre los únicos pasos que ensayamos
sin llegar a morirnos del todo.
O, acaso, acostumbrándonos
lentamente a otra vida
de la misma manera
que se aprende a vivir
en cada nacimiento.
Puede que no tengamos que sentir tristeza.
Que no se apague del todo la vida con la muerte.
Que nos sigamos viendo cada tarde
y en un corto paseo, hablemos de los hijos
de las mañanas casi tan parecidas
de este dormir tan breve y tan contínuo
y de todos los árboles. Aquellos
que plantamos para que nos recordaran
con su alma vegetal, cuando ya no estuviéramos.
Puede que nos encuentren
uno al lado del otro
los amigos que un día se perdieron
y nos digan sonriendo:
- Nosotros ya volvemos -
Pues quizás sea un volver.
Una especie de vida al revés
y otra vez al principio.
Encontrándonos siempre
sobre los únicos pasos que ensayamos
sin llegar a morirnos del todo.
O, acaso, acostumbrándonos
lentamente a otra vida
de la misma manera
que se aprende a vivir
en cada nacimiento.